13 de abril de 2011

Cada año mueren más motociclistas en Brasil


Un trabajo del Instituto Sangari reveló que en la última década la mortalidad aumentó 754 por ciento. La mayoría de las víctimas son jóvenes de entre 15 y 24 años, pertenecientes a sectores humildes. La falta de legislación y de educación vial agravan la situación


Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han alertado que, por primera vez en la historia mundial, mueren más adolescentes que niños. Entre las principales causas se encuentran los accidentes de tráfico.

En ese escenario, Brasil no es la excepción. Sus índices lo sitúan entre los 10 países con mayores valores de mortalidad en el tráfico. Y, desde 2008, las motocicletas se convirtieron en 170 veces más peligrosas que los automóviles. El estudio del Instituto Salgari, realizado por el sociólogo argentino Julio Waiselfisz, mostró que la letalidad en las colisiones en las que participa un motociclista es 14 veces mayor que en otras.

El texto, que es un anexo al Mapa de la Violencia 2011, está basado en análisis de datos surgidos de las Declaraciones de Defunción recopiladas por el Ministerio de Salud brasileño. En el período investigado, 1998-2008, los fallecimientos de conductores de ciclomotores crecieron un 754 por ciento.

El autor del trabajo explicó a Infobae América que la trágica cifra responde a factores específicos. Entre ellos, mencionó el impulso que tuvo la industria automotriz en el país en los últimos años. "Antes se importaban motos de lujo que eran para la clase media, pero con las políticas de promoción privada comenzaron a producirse aquí o a importarse con bajos costos", explicó. Agregó que ello creó "la ideología de que se trata de un vehículo para los pobres".

En ese sentido, recordó que los distintos gobiernos implementaron amplios beneficios impositivos para las empresas, al tiempo que se facilitó la compra de los rodados. El acceso de las poblaciones humildes se flexibilizó y en diez años el parque de motocicletas creció un 369 por ciento.

"Hubo un quiebre después de 1997 con el Nuevo Código de Tránsito", indicó Waiselfisz. La norma aprobada por el Legislativo sancionaba la conducción peligrosa, pero ese artículo fue vetado por el Ejecutivo. "Se permitió, entonces, que los motociclistas puedan circular en zigzag entre otros vehículos, estén parados o no", añadió.

Según el especialista, desde entonces las fatalidades en la vía pública crecieron paralelamente al incremento de personas que optaron por ese medio de locomoción, que permite llegar más rápido a destino -esquivando colapsos en las carreteras- y por un costo menor.

Por eso, el sector más golpeado por la mortalidad es el de la población humilde. "En un país donde los ciudadanos no tienen un nivel alto de escolaridad, encontraron, en la propiedad de una moto, la posibilidad de conseguir un empleo, ya sea como delivery o moto-taxi".

En cuanto a los fallecimientos, son varias las ciudades que sobrepasan los 10 motociclistas muertos por cada 100 mil habitantes: Rondônia, Tocantins, Paraíba, Piauí, Santa Catarina y Mato Grosso.

Waiselfisz  afirmó que el alto riesgo que implica la conducción de ciclomotores debería ser compensado por una legislación que pueda hacer más segura la vida, no sólo la de los conductores sino también la de los peatones víctimas.

"A la modificación de la legislación, que debe privilegiar la protección de la vida, es indispensable que se sume un cambio educacional. Los brasileños deben incorporar un comportamiento que los lleve a preservar su integridad y la de los otros", aseguró. Subrayó que es imperante "la mudanza de la cultura porque la motocicleta ya se ha convertido en un arma letal".
INFOBAE

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